El islam no es un sistema de creencias liberal.
No obstante, últimamente se han visto signos de que el mundo musulmán se está volviendo más abierto de mente en lo referente a los genitales. En 2007, Heba Kotb, la primera sexóloga del mundo árabe, empezó a responder preguntas sobre el coito en su programa televisivo en Egipto. Otras la han seguido los pasos, y ahora los musulmanes en Dinamarca tienen su propia sexóloga a la que recurrir. Fatima El-Haijj, devota musulmana de 24 años, dice que desde que abrió su consulta en Copenhague no han dejado de llegarle clientes. Pero que también ha tenido que enfrentarse a los prejuicios tanto de los fanáticos xenófobos daneses como de los fundamentalistas musulmanes.
Explica para la revista "Vice" que ella, de familia musulmana, sabía terriblemente poco de las relaciones sexuales y de su lugar dentro de la religión, convirtiéndose en tabú. Pero para ella los puntos de vista de los musulmanes respecto del sexo estaban distorsionados y eran claramente negativos, por lo que tomó la decisión de informarse y de no aceptar el estigma que se arrastra generación tras generación con las relaciones sexuales.
He escogido esta noticia porque el mundo árabe me parece un lugar lleno de contradicciones, con unas limitaciones enormes (exacerbadas para la mujer). La decisión de El-Haijj de emprender un negocio de ese calibre me parece digna de mención, ya que desafía sus creencias y a la propia sociedad de la que proviene, saliendo victoriosa de esa peligrosa dicotomía, por lo que me parece un valiente ejemplo a seguir.
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